Lección 14: Acepte las Cargas de Oración Para Transformar Vidas y Circunstancias
(2: Continuación)
La desorientación, desesperanza y angustias de estas personas tocó las fibras más sensibles del Señor Jesús y se vio motivado a actuar. ¿Es eso lo que está llevándole a obrar o tal vez orar?
Cuando hay una Carga de Oración en nuestra vida, se produce una necesidad y sentido de urgencia para clamar al Padre celestial y, además, siendo sensibles a ese llamado, nos convertimos en instrumentos útiles en manos de Dios.
Las Escrituras aluden claramente a tres tipos de cargas que podemos experimentar:
- Carga de culpabilidad por el pecado cometido
- Carga de preocupaciones
- Carga que Dios pone en nuestro corazón para orar por alguien o una situación en particular
Las Cargas de Oración constituyen una experiencia maravillosa, como relata el autor y conferencista internacional, Charles Stanley: “A menudo, cuando Dios satisface nuestras necesidades, tenemos la impresión de que fue resultado de nuestras oraciones solamente. Pero nunca sabemos a quién Dios le ha dado carga por nosotros. Cuando lleguemos al cielo y veamos quiénes estuvieron orando por nosotros, y cuándo oraron ellos, nos sorprenderemos y quizá, sentiremos humillados. Nadie es autosuficiente. Todos necesitamos de las oraciones de los demás.” (Charles Stanley. “Trátelo con oración”. Editorial Vida. EE.UU. 1994. Págs. 57, 58)
Recuerde que las cargas de oración contribuyen a transformar personas y circunstancias, de ahí que no es prudente eludirlas.
¿Cómo funcionan las Cargas de Oración?
Esta constituye otra pregunta muy importante. La respuesta también es sencilla porque la dinámica de las Cargas de Oración no resulta tan compleja como muchos imaginan.
Dios ve la necesidad de una persona, digamos Carlos. Él pone en el corazón de Luis que ore por la necesidad de Carlos. Tal vez no sentirá paz hasta que haya buscado el rostro del Señor a favor de la necesidad que esa persona enfrenta.
¿Qué hace Dios? Nos convierte en instrumentos útiles en Sus manos, al permitirnos ser partícipes del proceso de transformar personas o circunstancias. Y algo más: Recibimos bendición cuando somos sensibles a la carga de oración.
¿Cómo pone Dios Cargas de Oración en nuestro corazón?
Hoy ha sido una oportunidad maravillosa para despejar muchos interrogantes que tal vez asaltan su corazón cuando hablamos de un tema que poco se aborda en las iglesias como son las Cargas de Oración.
Dios las coloca en nuestro corazón al menos en tres circunstancias puntuales:
- Cuando vemos alguien o algo que inquieta nuestro corazón
- Por sugerencia de alguien cercano
- Cuando leemos un pasaje de las Escrituras que toca nuestro corazón
En el caso específico de Nehemías, fueron sus hermanos quienes le compartieron la difícil situación por la que atravesaban los compatriotas, y él inmediatamente tomó esa carga que le llevó a orar durante varios días, acompañando esa búsqueda del Señor con ayuno.
¿Cuánto pueden durar esas Cargas de Oración? Creo que una respuesta clara la ofrece el autor y conferencista internacional, Charles Stanley cuando escribe: “No todas las oraciones requieren días o siquiera horas; algunas cargas pudieran ser porque Dios quiere que usted haga en ese momento. Por ejemplo, Él pudiera poner en usted la carga de llamar a un amigo o darle algo a quienes lo necesitan. Ese tipo de cargas pudieran comprenderse de inmediato sin un largo proceso de búsqueda del Señor. Pero tenemos que estar dispuestos a pasar más tiempo con Dios cuando sea necesario.” (Charles Stanley. “Trátelo con oración”. Editorial Vida. EE.UU. 1994. Pg. 60)
La carga puede ir en aumento, o puede pasar rápidamente. Lo que sí se convierte en un común denominador en todas las circunstancias es que la carga sólo se quita cuando oramos. Es necesario perseverar en esa disposición porque nuestro adversario espiritual, satanás, procurará desestimar en nuestro corazón el llamado de Dios o tal vez desanimarnos.