Lección 13: Defina Una Disciplina de Oración Diaria
¿Cuál es el paso más importante de un hombre o una mujer comprometidos con el Reino de Dios? Su vida devocional diaria. Es uno de los procesos más complejos porque quizá nos gusta leer las Escrituras, ver buenos vídeos cristianos, asistir a la congregación, pero reconozcámoslo: a muchos se nos dificulta la oración.
Probablemente no es su caso, o por el contrario, forma parte del ejército de millares de personas en todo el mundo—de todos los países, etnias y lenguas—que reconocen la prevención que tienen frente a temas relacionados con la oración. “ Si me desvelo, el mejor remedio para conciliar de nuevo el sueño, es orar.”, dijo una mujer sincera, reconociendo que le resultaba complicado apartar tiempo para hablar con el Señor.
Admitámoslo: quizá ser líderes, aún con todas las enormes responsabilidades que un cargo representa, no nos inquieta tanto como la necesidad que tenemos quienes tenemos el privilegio de servir a Dios, de pasar tiempo en Su Presencia. No de otra manera podríamos servirle eficazmente.
Él nos ayuda en el proceso de cambios pero también en los pasos siguientes, encaminados al crecimiento personal y espiritual. Esa es la razón por la que orar está íntimamente ligado a nuestra vida cristiana y al ministerio que desarrollemos. Hasta tanto lo hagamos, seremos ineficaces en el Reino.
El conferencista internacional, Gary J. Oliver, lo explica en los siguientes términos: “Sólo cuando nos sometemos a Dios devotamente en la oración, y humildemente buscamos su sabiduría, su dirección y su fuerza día a día, maduraremos en nuestra re y reflejaremos la naturaleza de Su Hijo por su gracia; Él hará por Su Espíritu que mora dentro de nosotros. De hecho, Él quiere eso para nosotros más que cualquier cosa, y está esperando nuestra cooperación.” (Gary J. Oliver. “Siga hasta la meta”. Editorial Unilit. EE.UU. 1996. Pg. 44)
¿Cuánto tiempo lleva sin orar? Por favor, tómese unos cuantos segundos para responder honestamente a este interrogante. Y súmele una segunda pregunta: ¿Creo que sin pasar tiempo ante el Dueño de la obra, seré altamente eficaz como obrero? Sin duda la respuesta a estos dos cuestionamientos le llevará a reconsiderar sus conceptos y a reconocer que debemos pasar más tiempo en oración.
Desarrolle intimidad con Dios
Sólo cuando desarrollamos intimidad con Dios podemos conocerle y, además, ser más vigorosos en lo que emprendamos ya que Él es quien nos enseña, guía y fortalece para cumplir nuestra misión.
Permanecer en Dios es esencial. La Permanencia va de la mano de la intimidad y si hay intimidad, Dios nos revelará sus secretos. Recuerdo el caso de un pastor que, tras ser encargado de una congregación en crisis, con una deuda superior a los 250 mil dólares, no encontró más que ser obediente a sus superiores y dedicarse a clamar. “ Por varias semanas no hacía otra cosa que orar. Leía la Biblia y oraba. Las personas preguntaban: ¿Y el pastor? Y la secretaria les respondía: “Está orando”. Algunos hasta se disgustaron” , relata.
No obstante, siguió firme en la búsqueda del Señor en el lugar secreto hasta que Dios le dio la estrategia para salir victorioso de aquella situación. Poniendo en práctica las enseñanzas que el Padre celestial le dio en aquellos tiempos de intimidad, la congregación comenzó a reverdecer. Hoy tiene cerca de cinco mil miembros… La Intimidad sumada a la búsqueda de Dios en oración es igual a Resultados.
Permítame decirle que no es algo nuevo. Es algo que siempre ha estado en la Biblia. El Señor Jesús lo enseñó claramente a sus discípulos y a nosotros hoy: “Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí... Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido!” (Juan 15:4, 7. NTV)
Nadie nos obligará a depender en todo momento del Señor. Somos usted y yo quienes tomamos la decisión. Si deseamos ser eficaces en el ministerio que el amado Creador nos ha dado el privilegio de tener a cargo, debemos ser hombres y mujeres de oración.