Sugerencias Para Mejorar la Comunicación Interpersonal
(2: Continuación)
PROCESO DE CONSEJERIA PARACLETICA
La terapia puede tener efectos sobre un paciente antes de que entre en acción el terapeuta. No somos nosotros sino Dios, el Cristo viviente y el Espíritu Santo, quienes traen el cambio en las personas para su bien. Lo que tenemos que hacer es ofrecer la sabiduría para vivir que nos dan las Escrituras y las cosas espirituales. En los temas disponibles en este manual hay versículos bíblicos específicos que se aplican a cada situación definida. Tenemos que tener las Escrituras en nuestro corazón y en nuestra mente y traerlas a memoria cuando las necesitemos.
Sentido común, más sabiduría; conocimiento y la guía suave del Espíritu Santo, es lo que necesitamos para la consejería paraclética. ¿Que nos hace competentes para aconsejar? Es la operación de Dios en nosotros y en aquellos a quienes tenemos una oportunidad de ayudar.
META EN LA CONSEJERIA
La meta de la consejería debe ser siempre ayudar al que pide consejo a ayudarse por sí mismo. Con esto en mente, los énfasis primarios de cualquier cristiano son los de preocuparse por: 1) salvación, 2) bautismo en agua, 3) bautismo del Espíritu Santo, 4) recibir y realizar los frutos del Espíritu Santo. En todas estas áreas el que pide consejo debe ser guiado a una iglesia donde pueda crecer, encontrar fraternidad y recibir “todo el consejo de Dios”.
PRINCIPIOS DE CONSEJERIA
- Ore sin cesar, dando gracias en todas las circunstancias.
- Escuche en oración al que pide oración. Espere que el Espíritu le revele acerca de qué hablar, orar, o hacer por quien pide consejo.
- Cuando esté aconsejando, cite pasajes bíblicos que hablen sobre el problema; analice la situación a su vez que se aproxima a una solución victoriosa.
- Sea siempre cortés y útil. Reconozca que el que pide consejo está hablando con usted esperando que le ayude.
- Actúe con toda la autoridad que le da Jesús. Sea firme con Satanás. Hable directamente sobre el problema en vez de dar vueltas alrededor de él. No diga lo que va hacer, hágalo.
- Cumpla todas las citas, siga hasta cumplir una promesa.
- Juegue a familiarizarse con los principios de acuerdo, alabanza, gratitud e intercesión. Estos se aplican en cada solución que ofrece cuando aconseja. Anime al que pide consejo. Apréndalos y practíquelos.
- Sea siempre, aunque todo le falle, un canal de amor.
- Espere que Dios conteste sus oraciones como resultado de los dones del Espíritu Santo.
COSAS QUE DEBEN EVITARSE EN LA CONSEJERIA
- Condenar, criticar, predicar, humillar o alzar la voz.
- Aconsejar a alguien dejar de tomar medicinas. Esto no lo puede decir el consejero.
- Hacer proselitismo (de una iglesia a otra), o aconsejar a alguien a dejar su iglesia (a menos que sea una secta o un grupo no cristiano).
- Aconsejar a alguien divorciarse o dejar su esposo o esposa. No aconseje lo contrario de lo que enseñan las Escrituras.
- Dictar al que pide consejo lo que debe hacer. En vez de hacer eso, sugiera al que pida consejo que debe tomar sus propias decisiones.