Publicado en Artículos / Sermones / — Carlos / 2013-11-07 17:55:56 / 9012

Recuperando el Terreno Cedido

2 Corintios 2:11 dice: “Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues, no ignoremos sus maquinaciones”.

(2: Continuación)

Es bueno preguntarnos: Por qué Satanás está tan interesado en ganar algún terreno en nuestra vida?, Por qué Satanás está tan interesado en lograr una puerta de entrada? La respuesta es porque le dá una base para atacarnos con tentaciones más fuertes para que no podamos resistir. Por eso busca un área propicia para edificar una fortaleza. Y los ladrillos de la fortaleza están impregnados de verdades engañosas para debilitar nuestra relación con Jesús y dañar nuestro testimonio. En realidad son mentiras que traen desesperanza, especialmente en la lucha contra el pecado y la adversidad. Desde allí el diablo, no sólo pone mentiras, sino también pensamientos negativos, sugerencias perversas, para llenarnos de tentaciones. Si logra que nos deleitemos en el pecado, seguirá explotando eso hasta conseguir concretarlo en una esclavitud espiritual y carnal.

Quiero preguntarle algo más: Hasta aquí. Cuál considera que es el mayor problema: Satanás o nosotros mismos? Ciertamente nosotros somos el problema; si cedemos a la tentación y le damos lugar al diablo!. Es por esto que dice Efesios 5:18: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu”. Aquí queda claro el tema de quién es el que tiene el control. Una vez que el bebedor se emborracha, pierde el control de sus actos, y el vino es el que toma el control. De la misma forma, si no sometemos y dejamos “libre” algún área de nuestra vida, fuera del control del Espíritu Santo, Satanás buscará lograr el control. Cuando un creyente le da lugar al diablo, le está dando permiso legal para que tome el área cedida al pecado, y para que construya allí una fortaleza. Desde ese lugar incentivará el pecado para que se transforme en un hábito pecaminoso. En esa situación el creyente hace que el pecado sea una práctica regular. Aunque sigue concurriendo a la iglesia local, sigue alabando a Dios, sin embargo está experimentando una derrota espiritual; pues se ha transformado en un esclavo del diablo.

Un creyente puede ser esclavo de un pecado moral, o de una mentira que el diablo logró instalar en su mente. Hay creyentes que viven en derrota porque se consideran inferiores, creen que nada que emprendan les saldrá bien. Quizás sigue recordando las burlas de sus compañeros de escuela, o cree que es un inútil. Tal vez está atrapado en un pecado sexual, y piensa que es homosexual porque es una mujer atrapada en un cuerpo de hombre, y cree que nunca podrá cambiar. Todo esto en realidad, son fortalezas de Satanás. Sin embargo el Señor te dice que hoy mismo puedes ser liberado o liberada de cualquier opresión demoníaca, y te vuelvas y mires en quién has creído. Dios ha dicho que todo pecado confesado será perdonado, porque la sangre de Jesucristo nos sigue limpiando de todo pecado. Las Escrituras dicen que Satanás es un enemigo derrotado, pues Jesús lo venció en la cruz del Calvario. Satanás ya no tiene poder sobre los hijos y las hijas de Dios, pero cuidado!, siempre y cuando…, no le demos un lugar.

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