Publicado en Artículos/Estudios / Sermones/Crecimiento Espiritual / — Carlos / 2014-01-01 09:08:55 / 8232

Los Conquistadores de Dios

La Palabra de Dios enseña que la vida cristiana normal es una vida victoriosa y vencedora en Cristo:

Romanos 8:37 dice: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquél que nos amó.”

1 Corintios 15:57 dice: “Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.”

2 Corintios 2:14 dice: “Más a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús.”

A simple vista en estos tres pasajes aparecen tres palabras que parecen iguales (vencedores, victoria y triunfo), pero en realidad existe una diferencia sustancial. Según el diccionario estas palabras pueden significar lo mismo pero no es así en el lenguaje espiritual de la Palabra de Dios. Estas tres palabras, más bien, nos enseñan una secuencia espiritual diseñada por Dios para todos sus hijos.

El pasaje de Romanos 8:37 menciona la palabra “vencedor” cuando en realidad la palabra correcta en el original es “conquistador”. O sea que lo que el pasaje dice es que somos más que conquistadores por medio de Cristo.

Un conquistador es aquél que se apodera de un territorio por medio de la lucha. No existe conquista sin lucha y en el mundo espiritual, nadie se transforma en conquistador sin enfrentar y triunfar sobre las batallas de la vida.

Para poder nosotros llegar al nivel de triunfo en Cristo, necesitamos primero darnos cuenta que debemos conquistar el terreno del enemigo y ganar la batalla. Recién allí podemos decir que somos triunfadores en Cristo.

Una cosa es ganar una batalla y otra ser un triunfador. Un boxeador puede estar ganando todos los rounds, pero si en el último segundo de la pelea el contrincante le da un golpe knock-out habrá perdido toda la pelea y no será el triunfador.

No se puede llegar a ser un triunfador en Cristo sin primero darnos cuenta que hemos sido llamados a ser conquistadores que enfrenten al enemigo y lo derroten en el nombre del Señor. Dios nos ha diseñado y capacitado para ser creyentes conquistadores, pero esto no es algo que se logra de un día para el otro, por eso necesitamos entender cómo llegar a ser conquistadores en Cristo Jesús.

Para poder entender lo que significa ser un conquistador triunfador, debemos mirar el relato del Pueblo de Dios de la antigüedad, cuando fueron liberados de Egipto y Faraón por el Señor y enviados a la tierra prometida.

En Éxodo 12:40-41 leemos que el pueblo de Dios estuvo esclavizado bajo las garras de los egipcios por 430 años. ¡Demasiado tiempo! Lo increíble del relato es que Dios, aun cuando estaban cautivos, les habló de llevarlos a la tierra prometida (Ex. 12:25). Luego de liberarlos, los llevó por el desierto y también les recordó la promesa de que iban rumbo a poseer la tierra prometida.

En Deuteronomio 7:1-2 les dijo: “Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y hayas echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo, y al jebuseo, siete naciones mayores, y más poderosas que tú, y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado…”

El Señor le habló a Su pueblo y les dijo que los llevaría a la tierra prometida que Él les había dado para conquistarla, y además agregó, que deberían especialmente derrotar a éstas siete naciones.

Para que usted pueda entender lo que estamos hablando, acerca de conquistar, Dios quería que Su pueblo tomara posesión de la tierra, pero había algo en ellos que les impediría hacerlo: La mentalidad de esclavo.

Debido a tantos años en esclavitud, rodeados de un ambiente negativo, ellos habían desarrollado una imagen mental y pensamiento de todo lo relacionado con la esclavitud… y Dios sabía que ninguna persona con una mentalidad semejante puede ser un conquistador. Por eso es que los llevó al desierto para renovar su mentalidad.

¿Cómo es la mentalidad de esclavo? Ella tiene tres características principales:

  1. Éxodo 15:24, 16:2,7, 8 Murmuración y queja
  2. Éxodo 17:3 Mirar a Egipto o mirar hacia atrás
  3. No poder mirar hacia el futuro creyendo que será mejor

Hágase una imagen mental por un instante del pueblo de Dios en la esclavitud: Trabajo pesado todo el día, agotamiento, cansancio sin poder reposar lo suficiente, calor abrasador, castigos físicos, etc. Seguramente mientras trabajaban bajo castigo y opresión aprendieron a murmurar o hablar entre dientes para que la guardia no los escuchara - Ay, si pudiera como mataría a este egipcio que me está pegando –; - nunca se va a terminar este castigo- etc. No tenían la libertad de expresión y se “educaron” a hablar de esa manera.

Lamentablemente muchos que se dicen creyentes en Cristo todavía tienen la mentalidad de esclavo que tenían cuando vivían en el “Egipto” espiritual. Son creyentes murmuradores, que se quejan de todo, que aún hasta desearían volver a atrás de los caminos de Dios. Ellos nunca pueden ver un futuro mejor.

Dios quería cambiar esa mentalidad derrotista de Su pueblo por una conquistadora y triunfante, Dios quería impartir en ellos la nueva realidad que tenían: La de ser hijos de la promesa y que llegarían al destino trazado por Dios

Parte 1 Parte 2 Parte 3

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