Publicado en Artículos/Estudios / Vida Cristiana / — Carlos / 2013-12-12 15:27:51 / 11626

La Ley de Restitución en la Palabra de Dios

(2: Continuación)

Una de las tácticas principales que el enemigo utiliza es el engaño. ¿En qué consiste su engaño? En hacernos creer que él tiene más poder que el Señor. El desparrama esta mentira para que caigamos bajo un espíritu de temor. Al recorrer las páginas de la Biblia no encontramos motivo alguno para tenerle temor al enemigo, ¡sino para que el enemigo tenga miedo de nosotros! Jesucristo, en la cruz del calvario, obtuvo la victoria decisiva sobre el diablo para que nosotros hoy, en Su nombre, podamos ganar nuestras batallas y recuperar todo lo que el enemigo nos ha robado.

Si el enemigo logra poner dentro nuestro aunque sea solo una pizca de temor, el comenzará a tomar ventaja sobre nosotros. Cuando tememos, le damos ventaja al enemigo y el despliega su poderío contra nosotros. Es por eso que debemos rechazar todo espíritu de intimidación y mentira creyendo y proclamando que el Único que tiene todo poder es el Señor, y ese Poder opera dentro de nosotros por el Espíritu Santo.

Dios quiere que Su poder sea liberado a través nuestro, Su Cuerpo, la Iglesia. Por eso, es tiempo que dejemos de ser intimidados por el maligno y nos levantemos creyendo que ésta es la hora de Dios para actuar decididamente y aplicar la ley de restitución divina. ¡Más grande es el Señor que vive en nosotros, que el enemigo que se mueve en el mundo! (1 Juan 4:4) ¡Jesucristo tiene todo poder en el cielo y en la tierra! (Mateo 28:18) y ¡Él es el Señor (Filipenses 2:5-11)!

Es por eso que, entendiendo lo glorioso que el Espíritu Santo quiere hacer en este tiempo en Su iglesia, veremos a la ley de restitución como un arma poderosa espiritual en nuestras manos a fin de utilizarla para la Gloria de Dios y para poder recuperar todo lo que hemos perdido por causa del ladrón (diablo), a nivel personal, familiar, ministerial, empresarial, congregacional, etc.

En Éxodo 22:1-9 se encuentra detallada la ley de restitución para que podamos entenderla y aplicarla en nuestras vidas y circunstancias. Esta ley fue escrita en su momento en un contexto rural, pero eso no quita, limita ni cancela el principio espiritual para aplicarlo hoy en nuestras ciudades y naciones. En 1 Corintios 10:11 leemos que lo que sucedió en el Antiguo Testamento sirve para instruirnos hoy a nosotros.

A continuación veremos algunos pasos importantes que necesitamos tomar para poder reclamar lo que hemos perdido por causa del enemigo de nuestras almas:

1. CREALE A DIOS
Necesitamos creer y armarnos del pensamiento de que hemos sido diseñados por Dios para ser más que vencedores (Romanos 8:37). Esto significa que Dios quiere que siempre seamos los triunfadores. Esto no significa ganar una batalla una vez y perder otra, sino ganar siempre. Si usted como cristiano piensa que puede perder alguna batalla contra el enemigo, ya la ha perdido de antemano. 2 Corintios 2:14 dice que Dios nos lleva siempre en triunfo en Cristo. Eso es posible porque Colosenses 2:15 dice que Jesucristo en la cruz del calvario sello la derrota del enemigo. Es por eso que el pasaje de Isaías 54:17 quiere hacerse real en este tiempo de nuestras vidas.

Con la autoridad espiritual delegada que tenemos de Dios, podemos condenar y cancelar toda mentira que nos diga el enemigo. Dios, el Juez, emitió la sentencia en el cielo y nosotros en la tierra lo declaramos contra las fuerzas de maldad, maniatando todo obrar malvado y ordenándole que nos devuelva todo lo que ha robado.

Dios no va a pelear por nuestras batallas, ¡Lo tenemos que hacer nosotros! Cristo en la cruz del calvario no ganó la victoria para El, sino para nosotros. Dios es Dios y nunca dejo ni dejará de serlo. El ganó la victoria en la cruz para que nosotros hoy en Su Nombre podamos representarlo victoriosamente en la tierra.

Necesitamos en este tiempo actuar con fe, determinada a vencer, y eliminar de nuestra mente cualquier pensamiento mentiroso. El estado de constante victoria es la herencia que hemos recibido de nuestro buen Dios. Lucas 10:19 dice que Jesús nos ha dado poder y autoridad sobre toda fuerza del enemigo y que nada nos haría daño. La palabra poder tiene en el original griego dos palabras: 1) “exousia” que significa “poder delegado” y 2) “dunamis” que significa “habilidad” ¡Dios nos ha dado Su poder sobre toda habilidad del enemigo!

2. ACTUE CON LA AUTORIDAD ESPIRITUAL QUE DIOS LE HA DADO EN CRISTO
Usted como creyente en Cristo tiene la autoridad delegada de Dios para ponerle un fin a esta situación de robos y pérdidas injustas que ha venido padeciendo por mucho tiempo. Dios le ha concedido la autoridad para frenar al enemigo, atándolo en el Nombre de Jesús. Mateo 18:18-19 claramente estipula que tenemos autoridad para atar todo lo que proviene del enemigo y desatar todo lo bueno que Dios tiene preparado para nosotros.

Parte 1 Parte 2 Parte 3 Parte 4

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