La Interpretación de Sueños en la Palabra de Dios
(4: Continuación)
Soñar que estamos lastimando o matando a alguien puede alertarnos de la presencia de un espíritu de celos u odio, que anda dando vueltas en nuestro inconsciente (Proverbios 6:34; 1 Juan 3:15). Nuestro deseo inconsciente de venganza se verá revelado por la conducta violenta en el sueño. Santiago nos dice que tales emociones vienen directamente del diablo (Santiago 3:14-15).
En esta clase de sueños algunas veces los símbolos individuales no revelan nada específico en sí mismos, sino que los sentimientos de odio, lujuria, furia o rabia, temores nos dan la información para interpretar correctamente el sueño. Note que dije “algunas veces” porque existe otra clase de pesadillas de las que debemos estar alertas, y en estos casos los símbolos son importantes. No olvidemos que a veces estos sueños terribles pueden provenir del Señor. Job tuvo esta clase de sueños (Job 7:13-14)
En estos sueños, los símbolos tienen significado pero concentrarse en ellos puede hacer que perdamos el sentido principal. La idea es en vez de tratar primero de interpretar los símbolos, prestar atención principal a las acciones del sueño.
Las emociones en los sueños:
Como ya hemos visto, cuando soñamos nuestras emociones o sentimientos tienen su significado. Por ejemplo, si soñamos que alguien se muere y en el sueño nosotros estamos en paz y aun regocijándonos, esto no significa que Dios está diciendo que la persona morirá. En realidad, si la persona está perdida sin Cristo, el sueño de su muerte bien puede estar diciendo de su próxima conversión a Cristo (muerte a la vieja vida y nuevo nacimiento en Cristo).
Aunque dicho sueño nos confunda inicialmente, lo que el sueño nos dice en realidad está siendo revelado por las emociones que sentimos mientras soñamos.
Los colores cuando soñamos:
Aunque la mayoría de nuestros sueños son en blanco y negro, algunas veces ciertos colores aparecen. Los colores son simbólicos y nos proveen información adicional acerca de los objetos que están coloreados. Por ejemplo: Usted ha tenido un auto de color azul y sueña que tiene y maneja el mismo auto. Probablemente Dios le está hablando acerca de su pasado, pues el auto azul representa un período anterior de su vida (que no es necesariamente el tiempo exacto cuando usted compró el auto).
Por otro lado, si sueña que usted está manejando un auto azul que es suyo, aunque en la realidad nunca usted tuvo un auto azul, entonces el color tiene un significado diferente. En el primer caso el color azul simplemente identificaba al auto como algo que fue parte de su pasado. En este segundo ejemplo, el color azul se refiere a los aspectos espirituales de su vida o ministerio actual.
Los sueños, ¿son literales o simbólicos?:
Otro asunto importante acerca de la interpretación de sueños e discernir cuando un sueño es simbólico o cuando es literal. Como regla general, un sueño debería tomarse en forma literal. Si existe algo en un sueño que no es literal, entonces el sueño debería ser interpretado como si los objetos, y aun las personas que aparecen, son simbólicos.
Con el ejemplo que hemos dado del auto azul, en el primer ejemplo, usted ya no es más el dueño de auto. Entonces usted no lo maneja como si fuera el dueño. En el segundo ejemplo, usted nunca fue dueño de ese auto, así que entonces, el sueño debe ser simbólico. Sin embargo, si usted sueña que está manejando un auto del cual usted es dueño, yendo a su trabajo actual, y tiene un accidente en la calle donde usted trabaja, entonces usted debería orar para que Dios le guarde que esto suceda y usted pueda manejar cuidadosamente bajo la protección del Señor.
Normalmente en un sueño habrá alguna clave o algo que nos revelará si es literal o simbólico. Como regla general, si hay una persona o un objeto en un sueño que no pueda ser tomado literalmente, entonces el sueño completo debería ser visto como simbólico o en parábola. Sin embargo, si todo en el sueño es como en la vida real, el sueño generalmente es literal. Existen dos ejemplos de sueños interpretados en forma literal en Génesis 20:3-7; y 1 Reyes 3:5-15.
Independientemente de si el sueño es literal o en parábola, existen varios ejemplos de las Escrituras que nos muestran que, cuando es necesario, que podemos cambiar el resultado o las consecuencias de lo que aparece en un sueño.