El Favor de Dios en Navidad Continúa
De la festividad de navidad, que no es otra cosa que la celebración del nacimiento de Jesucristo, se pueden obtener lecciones importantes para poder aplicarlas en nuestra vida cristiana.
Dice la Biblia en Lucas 1:26 “Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.”
El relato nos dice que en un momento determinado Dios envió al ángel Gabriel para darle un mensaje a María. Ella fue la elegida por Dios para semejante evento, único y sobrenatural. Al leer el relato surgen dos preguntas básicas: ¿Por qué Dios eligió a María? ¿Por qué ella fue favorecida y bendita?
Este episodio tiene para nosotros hoy untos importantes para aprender, pues el favor de Dios y el derramamiento de sus bendiciones no se han detenido en este evento, sino que siguen vigentes hoy. Dios es el mismo de siempre y no cambia. Siempre su voluntad es bendecir a la humanidad.
A través de la vida de María podemos obtener datos importantes para ser candidatos seguros a ser bendecidos por Dios. Siempre el favor de Dios y sus bendiciones se derraman por su Gracia, pero muchos se olvidan que las bendiciones y el favor de Dios no le caen a cualquiera sino a todos aquellos que preparan la plataforma adecuada para que se derramen el favor del Señor. María puso en práctica ciertos principios que podemos aplicarlos hoy, en este tiempo especial de Navidad y fin de año. Dios quiere en este nuevo año derramar su Favor y Gracia sobre su vida, así que preste atención a lo que sigue para que usted pueda prepararse para recibir todo lo que Dios tiene para su vida.
Lecciones prácticas de la vida de María:
1. Ella vivía enfocada en Dios y en los principios de Dios
Lucas 1:27 dice que ella era “una virgen” y que estaba “desposada o comprometida con un varón”. Esto demuestra que ella tenía un estilo de vida enfocado en Dios y su palabra. Ella vivía en pureza, buena conducta, ética, aguardando el tiempo de Dios para disfrutar su sexualidad con José. Ella vivía alejado de toda forma liviana o promiscua de vida, y eso sólo es posible respetando a Dios y los principios de Su Palabra. Ella transitaba la vida cotidiana teniendo como su foco, o centro, al Señor.
2. Ella estuvo dispuesta totalmente a hacer lo que Dios quería
Leemos en Lucas 1:38 que María dijo: “Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a su palabra”. Esto nos enseña que ella supero sus propios prejuicios y tradiciones para agradar a Dios y hacer Su voluntad. No tuvo en cuenta “el qué dirán de mí”, la burla, menosprecio o rechazo de otros.
3. Ella no entendió todo inicialmente, pero siguió hacia delante para agradar a Dios
En Lucas 1:34-35 leemos: “Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Pues no conozco varón. Respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra…”
En la vida y por cierto en nuestra relación con Dios, muchas veces al principio no entendemos las cosas que Dios nos pide, pero luego con el tiempo las comprendemos. Nuestra mente muchas veces es el represor del caminar en fe y el que nos hace inválidos espirituales para seguir al Señor.
4. Ella estuvo dispuesta al sacrificio
La mayoría de nosotros venimos de la “escuela del todo fácil, rápido e inmediato” y con Dios generalmente las cosas no son así. María estuvo dispuesta al sacrificio, por obediencia al Señor, pues su apariencia física iba a cambiar (embarazo) por hacer la voluntad de Dios; casi echa a perder su noviazgo, pues José la quiso abandonar cuando se enteró que estaba embarazada “de otro” (Mateo 1:19); y sacrificó el tiempo de su casamiento.
