Dios No Se Olvidó de Nosotros
No podemos ocultar de que estamos pasando por uno de los peores momentos en la historia de nuestra vida humana. Desde el ataque terrorista a las torres de New York, la caída de los mercados financieros de Wall Street, el derrumbe económico de paises latinoamericanos como: Brasil, Venezuela, Argentina y Uruguay. Las luchas fraticidas de Colombia. El cerro que se desbarrancó a causa de las intensas lluvias, arrastrando cientos de vidas y viviendas en Venezuela El terrible incendio del supermercado que costó cientos de vidas de paraguayos. Todos son desastres que han provocan sufrimiento, desánimo, desesperanza, incertidumbre y grandes pérdidas, tanto de vidas humanas como de bienes materiales. Y en medio de esta crisis global estamos nosotros: los hijos y las hijas de Dios, muchas veces zarandeados por estos terribles problemas. Pero en medio de tantas malas noticias, hoy quiero comunicarle una buena noticia de parte del Señor, y es que: Dios no nos ha abandonado, El sabe con toda exactitud el lugar donde nos encontramos, y por la situación que estamos atravesando ahora mismo. Esto garantiza que está atento a cada paso que damos en nuestro andar cristiano. Él ha prometido ser nuestro escudo y nuestra fortaleza, y guardarnos de todo mal. Y a nosotros hoy, nos queda creerlo, para poder experimentarlo.
Sin embargo, hay algo que nunca debemos olvidar, me refiero a la triste experiencia de los israelitas cuando, una y otra vez, dudaron y dejaron de confiar del cuidado cotidiano de Dios para sus vidas. Pese a que el Señor les enviaba profetas para recordarle que las maravillosas promesas que Él les había dado, estaban disponibles para que ellos las alcanzaran. Sin embargo, los israelitas seguían en tinieblas, solo cuando las crisis se tornaban insoportables, gemían y clamaban a Dios, pidiéndole liberación y consuelo. Y Dios en su misericordia, se acercaba cada vez a ellos y les exhotaba y alentaba diciendo: “Yo, yo soy vuestro Consolador. Quién eres tú para que tengas temor del hombre?…Ya te has olvidado del Señor Tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra; y todo el día temiste contínuamente del furor del que aflige, cuando se disponía a destruir”. Isaías 51:12,13. Le suena familiar esto?. Cuantas veces nsosotros también nos olvidamos del Señor Nuestro Hacedor. Hoy usted y yo somos hijos e hijas del mismo Dios Santo y Todopoderoso, y poseedores de las gloriosas promesas de consuelo del Espíritu Santo. Pero a pesar de ello, cuantas veces nos dejamos llevar por el temor frente a la adversidad que nos toca enfrentar!
Dios nos prometió en Su palabra: Dirección hacia la victoria, Paz en nuestros corazones, Refugio en medio la tempestad, un Camino libre de obstáculos, Satisfacción a todas nuestras necesidades, y Sanidad a todas nuestras dolencias. Puede creer hoy, que todo esto es para usted? O, está dejando de lado estas promesas, y vive agobiado como si no tuviera Dios ni ninguna esperanza? Si es así, las cosas empeorarán, porque significa que estará tomando el problema en sus manos, lo que produce un incremento de los problemas, como sucedió con los israelitas. Porque debido al temor vienen las dudas y la desconfianza en Dios, y como resultado las advesidades aumentarán en lugar de decrecer. Entonces, esto hace que el que está agobiado, se sienta abandonado y deprimido; y propenso a ceder fácilmente a las tentaciones, otros caen en los deseos de la carne como un escapismo, buscando un alivio temporal. De esa manera se cometen errores que paralizan y esclavizan espiritualmente al acongojado.