¿Cuánto Vale Su Alma?
(2: Continuación)
Y usted ¿Vende su alma?
Vamos ahora con su vida. ¿Cómo es su existencia? ¿Vive únicamente para el placer, para conseguir solidez o tal vez reconocimiento y popularidad? ¿Siempre está en busca de nuevas emociones, sin importarle las consecuencias, y al final encuentra que su vacío es más grande que al principio? ¿Está cansado de padecer esa sensación de incertidumbre? ¿Ha pensado alguna vez quitarse la vida? Tómese un instante para reflexionar. Posiblemente su vida no tiene sentido. Es probable que considere que no hay salida para su laberinto.
Pero le tengo una buena noticia. Sí hay solución: es Jesucristo. Usted quizá me dirá: soy cristiano, pero no siento paz. Su caso puede tener origen en que progresivamente se está alejando de Dios. No se dio cuenta, pero hoy no quiere orar, ni leer su Biblia y menos congregarse en la iglesia. Puedo asegurarle que si vuelve su mirada al Señor y le busca de corazón, no importa qué tipo de crisis esté atravesando. Su vida será transformada.
¿Ya tomó la decisión más importante de su vida?
Posiblemente usted no ha tenido una experiencia personal con Jesucristo. Su existencia es un caos, se siente al borde del abismo. ¿Ha pensado qué ocurriría si muriera hoy? ¿A dónde iría su alma por la eternidad? La Biblia es clara. Sólo hay dos lugares: el primero, la oscuridad eterna o infierno, y el segundo: podrá ir a la eternidad con Dios.
El señor Jesucristo dijo: “El que crea en el Hijo tiene la vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es la vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios” (Juan 3:36). ¿Qué hacer entonces? Invitar a Jesucristo para que more en su corazón. Es muy sencillo. Dígale ahora, frente al computador esta sencilla oración: “Señor Jesucristo, reconozco que he pecado y estoy alejado de ti. Anhelo que mi vida cambie. Te pido que entres a mi corazón, y me transformes en el ser que tú quieres que sea. Inscribe mi nombre en el libro de la vida”: Amén.