¿Cómo Evitar Que el Enemigo lo Saque del Camino Correcto?
Ser cristiano no es fácil. Si alguien le vendió una idea contraria, permítame decirle que no le dijo la verdad plenamente. Aun cuando usted y yo nos propongamos caminar victoriosos, siempre tendremos a Satanás procurando hacernos caer.
Cerró la Biblia con sumo cuidado. Se esmeraba en evitar su deterioro. “Eres obsesivo” , le dijo su madre en cierta ocasión. Él personalmente creía que se trataba de ser cuidadoso. Pero algo que le inquietaba, después de leer la Palabra de Dios, era su vida espiritual.
En la oficina, a la mañana siguiente, se encontraría como siempre con la orden de su superior para que enmascarara ciertos informes financieros que a simple vista pasaban desapercibidos, pero que resultaban ilegales. Una investigación en profundidad hubiera revelado que iban en contravía de lo dispuesto por las autoridades de impuestos del país.
De otra parte estaba su novia, Aurora. Llevaban siete meses de relación. Algo de telenovela, como solía repetir. Con dificultades, pero firme. El problema –sin embargo— se había presentado dos semanas atrás.
Tras quedarse solos, sucumbieron a la tentación y terminaron cayendo en fornicación. La situación había sido puesto en consideración del pastor de la congregación, y además de separarse temporalmente del ministerio, pactaron no volver a hacer lo mismo; pero estaba tentado de llamarla para que se vieran en un lugar discreto…
Y para terminar el cuadro, el examen que tendrían en la Universidad. Un parcial de cálculo. No era bueno para las matemáticas, pero debía enfrentarlos. José, un amigo, le había propuesto que hicieran trampa copiando las fórmulas. ¿Qué hacer? Estaba tentado.
Pero volvía al asunto central: su fidelidad a Jesucristo. Estaba por encima de todo. No obstante con tantas sutiles invitaciones del enemigo espiritual para volver al pecado, no sabía qué hacer. ¿Orar? Por supuesto. Pese a ello, en algunos momentos pensaba que la incitación era mayor que sus fuerzas…
Permanecer firmes en Cristo, la meta
Ser cristiano no es fácil. Si alguien le vendió una idea contraria, permítame decirle que no le dijo la verdad plenamente. Aun cuando usted y yo nos propongamos caminar victoriosos, siempre tendremos a Satanás procurando hacernos caer.
Si deseamos con todo el corazón, permanecer firmes y vencer, debemos recordar siempre que andar en los propósitos de Dios se edifica sobre tres cimientos: el primero, la Obediencia; el segundo, la Fidelidad, y el tercero, la Perseverancia.
Estos tres ingredientes aplicados a nuestra vida personal y espiritual, nos fundamentan para alcanzar la victoria. Un descuido, desencadenará un revés que a la postre puede conducirnos a una situación tan compleja o más aún que cuando comenzamos a caminar en la vida cristiana.
La guerra no está ganada aún
Si buscáramos expresarlo en términos militares, podríamos decir que la vida cristiana es como una guerra. Es probable que ganemos algunas batalles, pero si nos descuidamos, podemos perder todo el cometido. ¿Cuándo se produce una derrota? Cuando confiamos en nuestras fuerzas e incluso, en la intuición, antes que en la fortaleza que proviene del Señor Jesucristo y que nos ayuda a vencer (Filipenses 4:13)
Hoy deseo compartirle siete principios dinámicos que le llevarán a la victoria personal y espiritual y evitarán que Satanás lo saque del camino. Para ilustrarlos, le invito para que lea el capítulo 6 del libro de Nehemías, desde los versículos 1 hasta el 14. Allí encontrará la historia de este valeroso patriota que se había dado a la tarea de reconstruir los muros de Jerusalén, en medio de una gran oposición.
Siempre he pensado que su situación es muy similar a las adversidades que afrontamos a diario cuando nos asiste la meta de guardarnos en el sendero de la verdad, con el Señor Jesucristo.
1.- Sea consiente que Satanás no se quedará quieto jamás
Satanás está vencido. Lo derroto el Señor Jesucristo al morir por el pecado del mundo en la cruz. No obstante, dado que es tozudo, se resiste a la derrota y no se da por vencido en su meta de provocar nuestra ruina personal y espiritual. Por ese motivo debemos permanecer alerta.
Nehemías había adelantado el proceso de levantar los muros de Jerusalén. Un motivo de gozo, sin duda, pero inmediatamente asomó un motivo de preocupación: la oposición, fruto del obrar satánico para impedir que siguiera adelante. La Biblia relata el acontecimiento en los siguientes términos: “Sambalat, Tobías, Guesén el árabe y el resto de nuestros enemigos se enteraron de que yo había reconstruido la muralla, y de que se habían cerrado las brechas (aunque todavía no se habían puesto las puertas en su sitio). Entonces Sambalat y Guesén me enviaron este mensaje: «Tenemos que reunirnos contigo en alguna de las poblaciones del valle de Ono.» En realidad, lo que planeaban era hacerme daño.” (Nehemías 6:1, 2. Nueva Versión Internacional)
Es probable que considere estar atravesando por un período excelente, de solidez espiritual, pero ¡cuidado! No se confíe. Es cuando más debe redoblar sus oraciones. Como un soldado en tiempos [de guerra].